Asi pues, creo que necesito desahogarme en todos los sentidos posibles.
Este verano sufrí de psicosis, que nada tiene que ver con la peli de Hitcock, más bien es el término médico para decir que vives en un infierno. Me sentí perseguida, observada, que me leían el pensamiento. Durante todo el verano...
Dudé de mi familia, creía que había (y a día de hoy lo sigo creyendo) un complot en mi contra. Estuve ingresada en psiquiatría dos veces en un período corto de tiempo y no era la misma persona.
En estas circunstancias tuve dos crisis epilépticas por una medicación, me ataron a una cama, me intenté suicidar...un mal viaje vamos.
Todo esto me llevó a reflexionar a cerca de las listas de esperas en los ambulatorios de salud mental, de 3 meses si tu caso es "grave" y de 1 año o más si "sólo es depresión".
Sobre medicamentos que embotan el alma y la mente, sobre las crisis físicas que producen dichos medicamentos, sobre el pasotismo de los psiquiatras (que no he vivido,dado que los tres psiquiatras que me han atendido han sido la mar de atentos y encantadores). Sobre que te enganchen a medicamentos que no necesitas para beneficio de empresas que se lucran de algo tan necesario como es la salud humana.
Pero especialmente, sobre el estigma terrible. Sobre que te cuestionen por "estar loco" o básicamente, por etiquetas que ponen los psiquiatras a personas que salen de la norma. A gente que experiencia vivencias al límite, que explora los lugares más reconditos de su mente. Muchas veces me pregunto si mi brote psicótico no fue más que la entrada en otra realidad, un estado de claridad mental muy superior.
Asi que, feliz día de la salud mental. A todos los que los que carecemos de ella♥
Me voy al psiquiatra, por cierto.
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